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| Foto: zona publica |
Los días 4, 5 y 6 de marzo se realizó
en la ciudad de Cali el Primer Encuentro Nacional de Mujeres del Congreso de
los Pueblos, en el que se reunieron delegaciones de distintas regiones de
Colombia con el objetivo de avanzar en la consolidación de propuestas de cara a
un Congreso de Mujeres.
A través de un mapeo del
territorio nacional, y cuatro mesas de trabajo -Mujeres y Paz, Mujeres y
Derechos de los Pueblos, Mujeres y Territorio, y Mujeres y Resistencia-, las
asistentes a este encuentro construyeron sus apuestas y exigencias, para
enfrentar lo que identificaron como tres sistemas de opresión: capitalismo,
patriarcado y colonialismo.
Como lo manifestaron en su
declaración final, asumen el cuerpo como el primer territorio de lucha a ser
liberado; exigen la liberación de la madre tierra por parte de las
multinacionales, así como una reforma urbana y agraria integral. Además,
rechazan la militarización de los territorios, y el modelo económico que
precariza la vida y el trabajo, ubicándolas en condiciones de desigualdad y
exclusión.
En ese
sentido, algunas de sus apuestas son la construcción de una educación
liberadora, que destruya el individualismo, el sexismo, el machismo y la
homofobia; y una lucha integral por salud, vivienda digna y servicios públicos.
Ratificaron su compromiso con la construcción de la Mesa Social para la Paz, su
apoyo al proceso adelantado entre el gobierno y las FARC-EP y exigen que se
adelanten las negociaciones con el ELN y el EPL.
Al respecto, Angélica Beltrán,
coordinadora nacional de la Confluencia de Mujeres resalta que este encuentro
les permitió “reafirmar la
necesidad que tenemos como mujeres populares
de encontrarnos, debatir y proponer alrededor de nuestra propuesta de país para
el buen vivir y de su construcción desde el poder popular, entendiendo que como
movimiento social y político revolucionario, tenemos el reto de comprender este
sistema y transformarlo. Es por esto que tras comprometernos como mujeres en
este primer encuentro con el desarrollo de nuestra política antipatriarcal,
invitamos a los compañeros, a las diversidades sexuales y de géneros a que
desarrollen sus perspectivas ante la lucha, que es una, pero amplia y diversa”.
La tarea entonces, dice Beltrán,
es generar espacios de formación y debate en los territorios, que les permitan
crecer en propuestas liberadoras, de poder popular y autogobierno, y prepararse
para el Congreso Nacional de Mujeres, que es el escenario donde se
consolidarían estos mandatos populares.
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