lunes, 2 de mayo de 2016

Nota: Comunidades en el Catatumbo construyen los Territorios Campesinos Agroalimentarios

Artículo publicado en la Edición impresa 116 (Abril - Mayo 2016) de Periferia Prensa Alternativa


Por Comunicaciones Cisca

Desde el 2014 se está impulsando en la región del Catatumbo la propuesta de los Territorios Campesinos Agroalimentarios -TCA-  como una figura territorial, sujeta a los planes de vida digna del campesinado. Esta iniciativa es una de las apuestas políticas del Comité de Integración Social del Catatumbo –Cisca-, y junto con los colectivos que lo integran, trabajan para desarrollarla.
Algunos logros obtenidos en la fase inicial de la propuesta, son la socialización con los colectivos, el entendimiento por parte de las comunidades de las diferentes figuras territoriales propuestas para la región, su apuesta por la defensa del territorio y su contribución a la conformación del territorio intercultural del Catatumbo, a través del cual se busca contrarrestar las políticas neoliberales y de extractivismo que tiene el modelo económico, como la agroindustria y la minería y sus efectos nocivos sobre la poblacion y la naturaleza.
Según la cartilla de Territorios Campesinos Agroalimentarios publicada en el año 2015 por el Coordinador Nacional Agrario –CNA- dicha figura surge en el marco de la IV Asamblea de esta organización agraria, con el propósito de reafirmar la defensa de la tierra y el territorio, y fortalecer los planes de vida digna para continuar en la lucha por la reforma agraria, la permanencia en el territorio, la defensa de los bienes comunes naturales, la identidad, la cultura, la economía campesina, la soberanía alimentaria y popular.
“Los TCA son el espacio concebido, habitado y organizado por nuestras familias, comunidades y organizaciones campesinas, donde como campesinas y campesinos establecemos lazos sociocomunitarios para mejorar nuestras condiciones de vida digna en el campo, teniendo principal interés en la conservación, uso adecuado y protección de la tierra, el agua y sus bienes naturales”, por lo que se pueden desarrollar actividades de producción agrícola, pecuaria, pesquera, forestal y mineria en pequeña escala combinada con la agricultura.
Según Yamid Contreras, integrante del equipo político del Cisca “los TCA van más allá de la producción; son una forma de ordenamiento territorial popular, una propuesta de vida y de permanencia en el territorio para el campesinado, son nuestra casa”.
Por su parte Candelario Torres, campesino y Concejal del municipio de Hacarí, nos cuenta cómo se ha venido construyendo la propuesta: “la hemos venido  socializando con los diferentes comités de mujeres, jóvenes, niños y niñas, y se ha construido un conocimiento colectivo de la noción que se tiene de territorio, lo que pensamos de él, cómo queremos vivir, y cómo en la cotidianidad lo construimos”. Además menciona que se ha avanzado en su implementación con el desarrollo de propuestas de soberanía alimentaria y economía campesina, así como el rescate de semillas criollas.
Para Ediver Suarez del equipo político del Cisca “Los TCA buscan el reconocimiento de la territorialidad campesina, la protección de la cultura, la identidad, y la vida de los campesinos y campesinas. Es decir, que sean reconocidos  como sujeto de derecho político, económico, social y cultural, para así desarrollar procesos de ordenamiento territorial popular y gobierno propio”.
En ese sentido manifiesta que en algunas regiones del país existen avances significativos comparados con otros. Por ejemplo Centro-Oriente y Nariño donde han declarado TCA de hecho.  “En la práctica el avance ha sido mayor, el campesinado históricamente  ha construido Territorios Agroalimentarios, entendidos desde la cosmovisión del espacio geográfico, la cultura, la convivencia, el respeto por la naturaleza y la vida. Incluso, en coexistencia con otras figuras territoriales”.
Uno de los retos que tiene esta propuesta, es la de lograr un reconocimiento por parte del Estado al “campesinado como sujeto de derechos, el acceso a la tierra y a la territorialidad con identidad campesina”, a través de un proyecto de ley que pretende adecuar la Constitucion Política a las realidades sociales y a las exigencias del campesinado colombiano mediante la reforma del artículo 64 de la constitución. Esta lucha, plantea el Cisca, debe darse de manera colectiva, y a partir de la organización y la movilización.


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