viernes, 29 de abril de 2016

“El nevado es un territorio de vida, no un territorio comercial”: indígenas U’wa

Artículo publicado en la Edición impresa 116 (Abril - Mayo 2016) de Periferia Prensa Alternativa


Por Trochando Sin Fronteras


Actualmente, el futuro de un territorio como la Sierra Nevada del Cocuy, o Zizuma, como la llaman los indígenas U’wa, se debate en el dilema de ser gobernado desde las comunidades, o por los intereses económicos que hoy miran ecosistemas estratégicos como este.

Zizuma es el nombre en lengua U'wa de El Cocuy: una cadena de perlas blanquísimas que adorna los Andes, ubicada en los departamentos de Casanare, Arauca y Boyacá. En 2011, El Cocuy brindó hogar a dos cóndores que fueron criados por la Sociedad Zoológica de San Diego y el Programa de Especies Sobrevivientes de California, EE.UU. Los nuevos integrantes del parque fueron bautizados por los U'wa como Wayra y Sirará, que para ellos significa Diosa de los Vientos y Montaña, respectivamente.

Del Nevado del Cocuy se desprenden varios ríos que aprovisionan de agua a los departamentos de Arauca, Casanare y Boyacá. Así mismo, el agua que produce el nevado provee los acueductos municipales y veredales de las zonas aledañas. Por otra parte, el nevado es considerado un lugar sagrado para el pueblo U’wa,  dado que es centro de reproducción natural y espiritual. Sin embargo, la contaminación y el daño que se ha producido al nevado se evidencian en la pérdida del 3 al 5 % de su área, anualmente. Esto es ocasionado por el gran flujo de turistas, en su gran mayoría extranjeros; por ejemplo entre diciembre de 2015 y enero de 2016 ingresaron aproximadamente 19 mil turistas.

La gota que rebosó la copa fueron las imágenes de unos “ambientalistas” que jugaron futbol en la nieve para favorecer una campaña de la fundación Teletón. Por eso, desde principios del mes de marzo campesinos e indígenas de los municipios de Guicán y el Cocuy cortaron el paso a turistas a la Sierra Nevada del Cocuy.   En un comunicado a la opinión pública el 22 de marzo de 2016, pidieron la suspensión temporal del turismo en Zizuma, y que universidades públicas, con el financiamiento de parques nacionales, realizaran el diagnóstico del Parque Nacional Natural el Cocuy.  Igualmente, el cumplimiento de los acuerdos del 01 de mayo y 06 de junio de 2014 mediante los cuales el Gobierno Nacional se comprometió con el saneamiento total del resguardo unido U’wa y la no coadministración con Parques Nacionales de Colombia.

Además de esto, pidieron la declaración del Parque Nacional Natural el Cocuy como área de interés cultural, espiritual y vital para la Nación U’wa y los habitantes de Colombia, siendo regido por los principios y normas de la nación U’wa. Uno de los Werjayas o autoridad tradicional del pueblo U’wa  que transmite el  conocimiento ancestral y cultural en lengua propia manifestó: “No sigamos dañando a Zizuma; la tarea de nosotros es protegerlo, por encima de la vida de nosotros mismos. Estamos condenados a morir lentamente, porque nos están quitando ese derecho que nosotros tenemos, es una gran tristeza para nosotros, porque perjudica el alma, el espíritu y el corazón del pueblo U’wa”.

Pese a estas exigencias y manifestaciones, pasados más de 40 días no han obtenido respuesta positiva por parte de alcaldes de la zona, el gobernador de Boyacá y  las autoridades ambientales. Por eso las entradas al Nevado del Cocuy-Zizuma son custodiadas por la guardia indígena y campesina, donde las mujeres han jugado un papel protagónico, por ser las primeras en evidenciar que existe un impacto ambiental de grandes proporciones en la Sierra y que en esa dirección ellos se encuentran desarrollando una acción pacífica de protección del nevado. Para los indígenas es su sitio sagrado, para los campesinos es una fuente productora de agua, pero independiente de su visión, estos dos sectores se han unido y gobiernan a través de sus acciones el territorio, ejercen autoridad, planifican las formas de producción y goce de su tierra, sin afectar el equilibrio hombre-naturaleza.

En el proceso de diálogo con el gobierno, el gobernador de Boyacá Carlos Andrés Amaya, se ha mostrado indispuesto al diálogo y la concertación, por el contrario, según denuncian campesinos de la zona, ha intentado resolver la situación amenazando con enviar el ESMAD para agredir a los campesinos e indígenas. Para dirimir este conflicto, los indígenas han anunciado que en búsqueda de alternativas para la protección, conservación y cuidado de Zizuma o Parque Nacional Nevado del Cocuy (PNNC), deben reunirse y contar con la presencia de funcionarios de alto nivel con poder de decisión como el Ministro de Medio Ambiente, Ministro del Interior, Directora de PNNC, Gobernadores de los Departamentos de Boyacá, Arauca, Casanare; Directores de CORPOBOYACÁ, CAS, CORPONOR, CORPORINOQUIA, Agencia Nacional de Tierras; Alcaldes de los municipios Cocuy, Guicán y Cubará.
En este contexto, la comunidad indígena y campesina ha manifestado su preocupación por la presencia de la fuerza pública en territorio ancestral y específicamente en los puntos donde permanece concentrada la guardia indígena. Para ellos no es prenda de garantía su presencia debido a los antecedentes de agresiones y violación a los derechos de las comunidades, por esa razón responsabilizan  al gobierno nacional de cualquier hecho que atente contra la integridad física, cultural, social y psicológica de las personas movilizadas.








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