jueves, 15 de octubre de 2015

Venezuela y la actual encrucijada Bolivariana

Por: *TatuyTv/ Tatuytv.org

En Venezuela se viven dos realidades, la real y la que se retrata a través de la TV, la prensa, la radio y las redes sociales; son más los que conocen a Venezuela a través de las matrices informativas dominantes, que por cuenta propia, y menos por la voz de los movimientos y organizaciones sociales que vienen construyendo un proyecto  como el Socialismo Bolivariano, que enfrenta grandes encrucijadas.

En su libro la Dictadura Mediática en Venezuela el escritor venezolano Luis Brito García ha caracterizado como tal a la hegemonía de los medios y pone como ejemplo de ello, el golpe del 2002. Explica que las cadenas televisivas jugaron un rol determinante en lo que llegó a ser un golpe mediático. Los medios se convirtieron a sí mismos en actores políticos e incluso firmaron el  decreto con el cual se disolvió el gobierno bolivariano durante el golpe. Estos mismos medios también editaron las imágenes, historias y hechos a su acomodo. Hoy quienes continúan esas prácticas sin ninguna reserva son los medios internacionales quienes retratan desde esa mirada la situación en Venezuela.

El economista Gustavo González en la entrevista ¿Guerra Económica o lucha de clases? señala que la situación en Venezuela es el enfrentamiento de dos modelos inversamente distintos. Simplemente la confrontación propia de la lucha de clases y el resultado de ésta es lo que se vive hoy en las calles Venezolanas. Chávez propuso un proyecto hacia la construcción de un socialismo bolivariano y en esa trayectoria los intereses nacionales, transnacionales e imperiales no se iban a quedar de brazos cruzados.

¿Qué ocurre?

Desabastecimiento, acaparamiento, inflación, largas colas, delincuencia, corrupción son los temas de las matrices mediáticas sobre Venezuela, las cuales son empaquetadas en formatos fáciles de consumir y poco provocadoras de profundizar.  En entrevista ofrecida a la radio YVKE Mundial, Brito García declara que es necesario ir a la historia para explicar lo que ocurre. El desabastecimiento por ejemplo, ha sido la herramienta política predilecta de la burguesía venezolana para acceder a sus demandas. A finales de los 80 fue utilizado para presionar la implementación de medidas neoliberales y en el 2002 fue utilizada para el golpe de estado contra Chávez. Recuerda también que en el Chile de Allende fue utilizada para desestabilizar a su gobierno.

El actual nivel de desabastecimiento ha sido un proceso de acumulación de fuerza que ni Estado ni gobierno ha sabido superar, y que busca atacar las medidas que ha establecido el gobierno bolivariano para regular la economía venezolana. La nacionalización de empresas privadas, la re-nacionalización de empresas estatales (como la Estatal PDVSA), el control cambiario y el control de precios han sido algunas de estas medidas que aunque han tocado múltiples intereses, no han transformado ni el Estado ni los cimientos de la estructura capitalista rentística de la economía venezolana.

En ese contexto, son variados los intentos que ha ensayado la burguesía para revertir esas medidas. En la entrevista, Venezuela ¿víctima de un secuestro de masas? el sociólogo Franco Vielma explica algunas de ellas y caracteriza el actual desabastecimiento como un secuestro que utiliza como presión la escases de productos básicos que la burguesía genera. Otro de los intentos fue en 2014 con las llamadas guarimbas. Bajo la consigna “la salida”, Leopoldo López y sus aliados promovieron un sin número de barricadas mortales que dejaron como resultado 43 personas asesinadas, en su mayoría simpatizantes chavistas. Sin embargo en los medios solo quedo la imagen de la guardia nacional reprimiendo protestas, y la indignación por los pocos muertos de la oposición. Las guarimbas no provocaron “la salida” del gobierno pero profundizó la campaña de odio y violencia que ante dificultades económicas como las actuales, hacen más visibles los sentimientos de individualismo y de lógicas mafiosas.

Posterior a esto, se realizaron las “mesas de diálogo nacional”, en las que la burguesía puso sobre la mesa sus demandas. No era otra cosa que una negociación. El gobierno cedió, agregó un nuevo sistema de adquisición de divisas llamado SIMADI (Sistema Marginal de Divisas) regulado por un mercado que se basa en la oferta y la demanda, buscando con ello controlar el precio del dólar en el “mercado negro” y evitar la fuga de divisas. Al contrario de esto, el precio del dólar paralelo se disparó, en parte, por una evidente campaña de devaluar el Bolívar en la frontera. Franco Vielma explica que el precio del dólar del mercado negro se fijaba a través del portal web Dóllar Today, el cual tomaba como referencia el dólar en Cúcuta y con esto fijaba tanto el dólar negro como el precio del Bolívar, esto bajo el auspicio del gobierno y la burguesía colombiana a través de sus mafias paramilitares y su brazo económico, los llamados “profesionales del cambio”.

Este contexto acentúa el bachaqueo (ventas ambulantes) y el contrabando de extracción. Según el periódico Ultimas Noticias, Venezuela pierde sólo en contrabando de gasolina 5.400 millones de dólares anualmente. La primera permite el “resuelve” de algunos ante las dificultades económicas, compran barato para revender caro, tal cual la lógica de comerciante que adquirió históricamente la burguesía nacional, truncando las posibilidades de una estructura productiva; por otro lado, parte de esos productos se destinan al contrabando que mantienen mafias en frontera con Colombia.

2015 ¿define la continuidad del proyecto?

El gobierno Bolivariano se ha ganado enemigos por tratar de pagar una deuda social acumulada por décadas, buscando un modelo que enfrente los problemas internos, la estructura capitalista rentística y el imperialismo. Pero  en esa búsqueda han surgido contradicciones, nuevos problemas y viejos vicios.  En su artículo Amoroso con el enemigo, el analista Juan Lenzo señala que el gobierno Bolivariano con la intención de ganar tiempo ha hecho que se cedan espacios de poder que se suman a errores en decisiones trascendentales y pactos con el enemigo histórico; la situación actual demanda una toma de decisiones conscientes y determinantes tomando en cuenta que, a pesar de las políticas emprendidas, no se ha logrado derribar las bases estructurales del sistema capitalista rentístico. Las políticas de inclusión social han reproducido la lógica rentista, alimentando el egoísmo, el consumismo y la corrupción, retrasando la toma de consciencia de la población. Y aunque hay esfuerzos de otro tipo, aún falta una construcción masiva de consciencia política revolucionaria y socialista que acompañe o presionen políticas que transformen verdaderamente las estructuras.  

En diciembre se elegirán los diputados que integran la Asamblea Nacional, máximo espacio de decisión legislativa. De no tener la mayoría a favor del proyecto bolivariano se enfrentaría una encrucijada más adversa,  se pondría en riesgo la continuidad de políticas sociales, y se abrirían más puertas a negociaciones con la burguesía. Habrá que esperar qué depara diciembre y si con el nuevo año el proceso bolivariano suma una victoria o se enfrenta a nuevos desafíos.



*Tatuy tv es un colectivo de la Ciudad de Mérida, Venezuela, que desarrolla un proyecto comunicacional multimedia comprometido con el Socialismo y la Revolución: www.tatuytv.org / @TatuyTv / www.albatv.org / @alba_tv / correo: tatuytv@gmail.com

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