En Medellín, pobladores y
trabajadores de la zona del Naranjal se pronunciaron y movilizaron el pasado 4
de agosto durante la Feria de las Flores de la ciudad, por las injusticias y
violaciones de derechos que, según ellos, se han cometido con el Plan Parcial de
Renovación Urbana de Naranjal y Arrabal. Dicho proyecto inició en esta zona en
el 2013, y contempla la construcción de cinco “Unidades de Actuación
Urbanística”, en las que se construirán torres con apartamentos, oficinas y
zonas comerciales.
Según los líderes y la comunidad de esta zona,
la EDU – Empresa de Desarrollo Urbano -, encargada de la gestión y ejecución de
este plan, ha incumplido con promesas como la de reubicación total de
pobladores y trabajadores, y las indemnizaciones ofrecidas por locales y
terrenos no alcanzan a reparar y garantizar la protección de sus bienes.
Naranjal es una zona estratégica
ubicada en el centro de la ciudad. Durante décadas sus pobladores y
trabajadores se han dedicado especialmente a los servicios de mecánica y
pintura automotriz, así como al reciclaje.
La EDU ha promovido como uno de
los principios fundamentales de este plan, la protección y acompañamiento a la
población residente y a sus actividades económicas. Sin embargo, Rosalba,
habitante y líder del barrio, denuncia que “a quienes tienen sus casas propias
les están pagando a ‘precio de huevo’, y a quienes tienen sus locales propios
como almacenes y talleres les están ofreciendo 13 millones para que los entreguen,
cantidad de la cual les sacan un porcentaje de intereses, diciéndoles que si no
salen del lugar por esta cantidad de dinero, no tendrían luego derecho a la
indemnización, y entonces de miedo a ser expropiados están entregando sus
locales”.
Además de esto, Maribel Villa,
trabajadora del sector y presidenta del Comité por la Defensa de los
Trabajadores, cuenta que una de las principales exigencias que tienen en este
momento es que el censo poblacional que se realizó para la reubicación se
vuelva a hacer, pues existen casi 100 personas que tienen el derecho por ser
trabajadoras y habitantes de la zona y no fueron tenidas en cuenta.
Ante todo esto, Federico,
habitante y líder del barrio, dice que su objetivo de pronunciarse durante la
Feria de las Flores, “es poder decirle a la ciudad que el proyecto del Naranjal
no es un proyecto de beneficio social, sino de beneficios económicos para
ciertos grupos como la empresa constructora, los banqueros y las empresas
públicas, y que a los habitantes no nos están haciendo partícipes del
desarrollo sino víctimas de él, por eso exigimos que nos traten con justicia y
equidad”.
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