jueves, 13 de abril de 2017
domingo, 12 de junio de 2016
13 días de paro:¿en qué va la Minga?
Foto: Marcelo Aguilar |
Por Equipo Periferia
Ya son 13
días del paro que lleva por nombre Minga Nacional, las manifestaciones se
mantienen en al menos 18 departamentos, algunos de los puntos más importantes
por el número de manifestantes en este momento son: Besotes, en el sur de César,
sobre la ruta del sol; La Lizama, en Santander; Hobo, en Huila; la vía
panamericana, entre Cali y Buenaventura y el centro Oriente colombiano, entre
otros. Paralelo a las movilizaciones en las regiones continúa la negociación
entre La Cumbre Agraria, Étnica, Campesina y Popular en Santander de Quilichao.
Dada la
voluntad por parte de la Cumbre Agraria y el Gobierno Nacional, en cabeza
de las carteras de Interior y Agricultura, ambas partes han tomado la decisión
de continuar con la Mesa Única de Negociación con el fin de avanzar en las
mesas de trabajo instaladas en los puntos de: Tierras - territorios colectivos
y ordenamiento territorial; Acuerdos Incumplidos; Derechos Humanos y Paz;
Víctimas, Justicia y Protección Individual y Colectiva.
Al finalizar
la jornada del día del 11 de Junio, las decisiones conjuntas son las
siguientes:
La Cumbre Agraria en un comunicado expresó que "valora positivamente la actitud política del gobierno nacional al presentarse en la Mesa con funcionarios de primer nivel, como ministros viceministros y directores de diferentes carteras" a la vez que resaltó "el espíritu de unidad, fuerza, y resistencia de los mingueros y mingueras a lo largo y ancho de territorio nacional" y se comprimieron a continuar construyendo la propuesta de país para el buen vivir y para una paz con justicia social para los colombianos y colombianas. |
miércoles, 1 de junio de 2016
Foto Reportaje: Homenaje al comunero Willington Quibarecama Naquirucama.
El día de ayer las comundiades reunidas en la Minga Nacional en el punto de La Delfina, Buenaventura, despidieron a Willington Quibarecama Naquirucama, quien fue asesinado en el marco de las protestas iniciadas este fin de semana.
lunes, 30 de mayo de 2016
Fotoreportaje: La Minga en el chocó.
Por Equipo Periferia
A pesar de llevar sólo un día, la Minga Nacional ha logrado movilizar personas en todo el país por la paz y contra el modelo económico, aquí algunas imágenes de los indígenas y campesinos chocoanos preparando la movilización.
viernes, 27 de mayo de 2016
Consulta Popular en Ibagué apunta a un movimiento nacional por la defensa de la vida
Artículo publicado en la Edición impresa 114 (Mayo - Junio 2016) de Periferia Prensa Alternativa
Por Equipo Periferia Tolima
La reciente movilización social por la
defensa de la vida y el territorio frente a los megaproyectos extractivistas en
el Tolima viene en un proceso de consolidación y expansión por todo el
territorio, dando ejemplo de acciones colectivas y participación social en el
marco de las luchas ambientales.
La gran Marcha carnaval por la defensa de
la vida, el agua y contra la megaminería, este año realizará su octava edición
el 3 de junio en la ciudad de Ibagué, y simultáneamente, en los municipios de El Líbano, Espinal, Saldaña y Armenia. Estas
acciones colectivas están expresando el rechazo a la política minero-energética
que han abanderado los últimos tres gobiernos con la entrega a las
multinacionales de la riqueza ambiental, física y cultural del país.
El caso más emblemático por su dimensión e
impacto es el proyecto La Colosa,
agenciado por la multinacional Anglo Gold Ashanti (AGA), en el municipio de
Cajamarca, y en toda la cordillera central. En
Ibagué el 53% del territorio se
encuentra sobre títulos mineros concedidos y solicitados por la misma empresa o
filiales, lo que genera amenazas contra las
cuencas de los ríos Coello, Combeima, Toche, Totare y Cocora, principalmente, y
la afectación de toda la dinámica del ciclo del agua y ecosistémica.
Si bien la movilización social ha crecido de 3mil marchantes en el primer año
a 60mil el año anterior, ha sido necesario apelar a otras acciones jurídicas y
públicas realmente vinculantes que de manera definitiva, impidan el avance de
la nefasta política extractivista en el Tolima. Un claro ejemplo fue la
Consulta Popular realizada por los habitantes en el municipio de Piedras en
sinergia con el gobierno local, quienes acudieron a la protesta y a la
participación ciudadana con la celebración de esta Consulta el 28 de julio de
2013, en la que más del 99% de los votos le dijeron No a las actividades
extractivas en su municipio.
El Comité Ambiental por la Defensa de la
Vida, y numerosas organizaciones sociales, ambientales, campesinas,
estudiantiles, indígenas y de mujeres, con el respaldo del Alcalde de Ibagué,
Guillermo Alfonso Jaramillo, y 10 concejales, votaron a favor de la Consulta
Popular el pasado 25 de abril. Con esto han respondido al sentir de miles y
miles de voces ciudadanas que exigen se
profundice la democracia y se proteja el derecho constitucional a gozar de un
ambiente sano en este país.
Con la Consulta Popular de Ibagué se
propone detener las actividades mineras contaminantes que irremediablemente
implicarán un cambio abrupto en el uso de los suelos, pérdida o contaminación
de las aguas y afectación de la vocación agropecuaria y turística del
Municipio. Su propósito es el de proteger los bienes comunes de la sociedad por
encima de los intereses privados de las multinacionales y de las decisiones
unilaterales del gobierno nacional. A través de este mecanismo se puede
fortalecer la democracia participativa y resolver los conflictos sociales de
manera civilista y no violenta.
Es un mecanismo de participación ciudadana
que jurídicamente está previsto en la Constitución Política de Colombia en los
artículos 40, 103, 104, 105, en la Ley 134 de 1994 y en la Ley 1757 del 2015
que permite convocar al pueblo para dirimir asuntos de importancia para la
comunidad, en este caso el rechazo a la contaminación minera. Desde el 25 de
abril, los ibaguereños están a la espera de que el Tribunal Administrativo de
Tolima se pronuncie sobre el carácter de constitucionalidad de la iniciativa, pero
no han tenido respuesta alguna. A esto se suma la zozobra generada por las acciones
ejercidas desde la Procuraduría Agraria y Ambiental del Tolima, que a pesar de
ser entidad pública, según denuncian las comunidades, trabaja en función de los
intereses de la AGA al dilatar el tiempo de realización del ejercicio
democrático y hostigar a los magistrados.
Las acciones colectivas se diversificaron,
por lo que los plantones, los comunicados, la campaña por el NO en la Consulta
Popular y la Marcha Carnaval siguen caminando con el objetivo de garantizar que
Ibagué se convierta en la primera ciudad capital del mundo en defender el agua
y el ambiente. Líderes, voluntarios y la ciudadanía se están tomando los
parques barriales, los buses, las instituciones educativas, los diferentes
espacios institucionales y comunitarios con la campaña, y se siguen sumando más
sectores sociales locales, regionales, nacionales e internacionales. Cajamarca,
Armenia, Salento, Medina, Sibaté, y otros municipios más vienen adoptando el
mecanismo de la Consulta Popular y movilizándose para defender sus territorios,
en el horizonte de un movimiento nacional en defensa de la vida, el agua y el
territorio.
En esta coyuntura en la que el gobierno nacional
viene hablando de paz, sería un pésimo precedente para el país que niegue la
participación democrática de las comunidades, al tiempo que promueve un
plebiscito de ratificación del proceso de paz y abre una mesa de diálogo con la
insurgencia del ELN.
jueves, 26 de mayo de 2016
Editorial 117: Más claro para donde
Últimamente son muchos los llamados de los lectores y de
algunos colaboradores de Periferia sobre la necesidad de recurrir a un lenguaje
sencillo y entendible para todas las personas que nos leen, especialmente para
aquellos que no están acostumbrados a ciertos discursos políticos. Sobre todo
cuando usamos palabras y conceptos como derecha, izquierda, lucha de clases,
hegemonía, etcétera, que no resultan fácilmente comprensibles para ellos. Nos
alegra que nos llamen la atención, y nos preocupa a la vez; nos ha preocupado
todo el tiempo desde nuestra fundación en 2004. Aunque la realidad es
que la mayoría de nuestros lectores son líderes sociales y populares,
profesores y algunos académicos, es fundamental ceder ante el llamado de la
periferia porque es a ellos principalmente a donde queremos llegar. No será
tarea fácil, pero sí gustosa.
Aprovecharemos un suceso presentado en Bucaramanga para
hablar en este editorial del grave problema que debemos superar los colombianos
y colombianas, justo frente a la democracia, la paz, la violencia y el poder
que tienen unos y que sufrimos otros.
El profesor Luis Felipe Cuadros es un joven docente de
bachillerato del colegio Santa María Goretti en Bucaramanga. Su área es de
ciencias sociales y por eso utiliza, como lo hacen muchos profesores en el
país, las notas de prensa que considera apropiadas para apoyarse en temas
complejos para los estudiantes; como los del conflicto armado, víctimas,
negociaciones con los grupos insurgentes y problemas sociales derivados de las
decisiones que toman los que manejan el poder en el país, o sea los partidos
políticos como el de la U, Cambio Radical, el Centro Democrático, el
Conservador, el Liberal, entre otros. Luis Felipe utilizó como herramienta pedagógica
el periódico Periferia para abordar uno de estos temas en la cátedra de paz que
el gobierno nacional y el Ministerio de Educación han incentivado para entender
mejor, suponemos, el problema de la violencia y la paz en Colombia, y los
procesos de negociaciones con las FARC y el ELN.
La sorpresa y la gran preocupación del profesor, y ahora de
nosotros, es que un padre de familia al que le llegó un ejemplar de Periferia
distribuido por el profesor a sus alumnos, presentó una queja y una solicitud a
la rectoría de la institución educativa por considerar que el profesor, con la
lectura de la prensa en clase y las tareas que les colocaba estaba
adoctrinándolos, inyectándoles el ateísmo, el socialismo y las ideas de la
insurgencia, y puso en duda la legalidad y el origen de nuestra prensa. Pero
este editorial no es para defender la legalidad de Periferia ni el contenido de
sus artículos.
Nos cae como anillo al dedo para compartir con nuestros
lectores la preocupación por el nivel de polarización en que hemos caído todos
y todas, a la hora de tratar de explicar las responsabilidades de quienes
fomentan y participan en la agudización del conflicto y la grave situación
social y política.
Por eso es que hemos hablado en nuestros artículos de
proyecto político de derecha y de bloque popular de izquierda y de lucha de
clases, etc. No dudamos en decir que existen en Colombia dos proyectos de
sociedad totalmente opuestos. Uno que defiende e impone los intereses de los
ricos, de los que manejan la economía del país en beneficio propio y al
servicio de los intereses extranjeros. Estos, aunque defienden lo mismo no
siempre están de acuerdo en todo. Hay entre ellos los que defienden los
intereses de los grandes acaparadores de tierras; y los que manejan el capital
financiero y empresarial, pero ambos desean gobernar en favor de sus intereses
o sea su clase social. Estos definen e imponen a las grandes mayorías medidas
económicas, políticas y sociales que profundizan la pobreza, la exclusión y la
violencia. En ese orden de ideas es que hemos dicho que Uribe y Santos son dos
caras en una misma moneda.
Por otra parte estamos los pobres y los que no compartimos
las decisiones de los ricos, los que el padre Camilo Torres llamó la Clase
Popular, sometidos mediante la ley y la violencia a los intereses de los arriba
mencionados. Aquí cabemos las mujeres y hombres, trabajadores, indígenas,
comunidades LGTBI, campesinos, jóvenes y estudiantes que luchamos a diario por
construir un país distinto para la vida digna. Claro está que nosotros también
queremos que se gobierne para nuestros intereses, pero estos son intereses
elementales como la salud, la vivienda, la educación y el empleo digno, para
vivir en paz como sociedad auténticamente humana.
En esa lucha construimos a diario ideas, discursos, formas
de ver la vida y enunciar el mundo que queremos construir. Vida digna,
resistencia, movilización, lucha, unidad, solidaridad y esperanza son algunas
de las palabras que representan a los pueblos y con los que se ha contribuido a
una sociedad mejor. Sin embargo hoy, los de arriba, los que se apropiaron de la
riqueza de todos a través de la fuerza, con sus grandes medios de
desinformación imponen sus lógicas, venden una idea de realidad que no es la
que vivimos las mayorías y hacen ver como angelitos a los demonios. Por otro
lado señala y desdibuja nuestras propuestas haciéndolas parecer perversas,
violentas y autoritarias.
Ese bloque en el que se agrupan los ricos, desarrollaron
grupos armados para asesinar a los líderes sociales, esos grupos se denominaron
paramilitares porque fueron apoyados por las fuerzas militares. Ahora tienen un
discurso político que confunde a la gente porque se lo robó al movimiento
social justamente para confundir. Y también lo hacen los ricos, los del Centro
Democrático, que no son del centro ni democráticos,
porque cuando estuvieron en el poder despojaron a los trabajadores y al país de
sus derechos sociales. Hoy estos también hablan de resistencia civil y hasta de
defender el patrimonio público, el mismo que ellos entregaron a los extranjeros
cuando estuvieron en el gobierno.
Resulta preocupante esa confusión en las clases populares.
Muchos se creen hoy el cuento que el Uribismo es la oposición, que de verdad
son un proyecto distinto al de Santos, a tal punto que en muchos casos cuando
desde algunos sectores del movimiento social planteamos alguna crítica a la Paz
Neoliberal que impone Santos o a los mismos procesos de negociación, algunos
terminen diciendo que esas posturas nos ponen del lado uribista.
Por eso hay que decirlo y muy duro: quienes estamos en esta
orilla, quienes buscamos que sean los pueblos los que decidan sobre sus
realidades, sus territorios y sus vidas, quienes le apostamos a un país donde
avanzar no signifique acabar con el otro, con el planeta, con la vida, quienes
construimos propuestas de vida digna, de resistencia contra el modelo de despojo
y labramos una Paz con Justicia Social, en nada nos parecemos con aquellos
representados en Santos y Uribe, aunque usen nuestras frases, nuestros
discursos y se apropien de nuestras dinámicas y de vez en cuando logren ganarse
a alguno de este lado.
Nada nos identifica con ellos. Seguimos en franca disputa
con su propuesta, o sea seguimos en una lucha de clases (la popular contra la
opresora); seguiremos confrontando su modelo de hambre y muerte, de inequidad e
incertidumbre. Ganar el corazón de las grandes mayorías, del bloque popular, de
los pobres de Colombia es lo que La Minga Agraria, Campesina, Étnica y Popular
pretende alcanzar.
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