lunes, 23 de noviembre de 2015

Pescadores artesanales de Taganga piden permanecer en su territorio ancestral

Por Alexander Rodríguez

Son muchas las noticias y comentarios que se escuchan los últimos días sobre el cierre del Parque Tayrona por petición de los indígenas y por las protestas de los pescadores artesanales del Parque, que piden se les deje ejercer su actividad ancestral en los sitios donde siempre lo han hecho. Algunos medios han buscando confrontar a los indígenas con los pescadores artesanales señalando que los pescadores se oponen al mandato de los indígenas que busca la recuperación natural del parque y a la vez la recuperación espiritual de sus sitios sagrados, porque en realidad lo que los pescadores reclaman es que se les devuelvan los territorios que por tradición les pertenecen.

Foto: Danny Martínez
El Parque Natural Nacional Tayrona (PNNT),  fue creado en 1964 mediante la resolución 191, emitida por el entonces Instituto Colombiano para la Reforma Agraria (INCORA), considerando que el territorio que se extiende desde Punta Minas (inicialmente incluía el caserío de Taganga) hasta la desembocadura del Rio Piedra, eran territorios baldíos y por tanto pasaban a hacer parte de la recién nacida zona de reserva. Esto se hizo sin tener en cuenta a las comunidades de pescadores artesanales y a los pueblos indígenas que desde tiempos inmemorables habitaron estas tierras y aguas,  usándolas para la extracción del recurso pesquero y para la realización de actividades de pagamento en los sitios de línea negra, fundamentales para el mantenimiento del equilibrio universal, entre muchas otras actividades propias del ser y existir de estas comunidades.

Recordamos como en el 2013, el Tribunal administrativo del Magdalena ordenó la suspensión inmediata de la licencia ambiental al proyecto Los Ciruelos por no haberse consultado a los indígenas. Al igual que le ordena a la Unidad de Parques Nacionales revisar la concesión hecha a AVIATUR, obligándolos a delimitar los sitios sagrados y prohibir la visita de turistas a estos lugares.

Los pescadores de Taganga y de las bahías que hacen parte del Parque Tayrona, han visto cómo han sido despojados sistemáticamente de sus territorios, obligándolos a desplazarse a la ciudad o transformar su vocación económica, de pescadores a prestadores de servicios turísticos para poder permanecer en su territorio, como es el caso de los de Playa del Muerto, más conocida por los turistas como Playa Cristal.

En otro sector del Parque Tayrona, el 6 de agosto de 2014, la Unidad Administrativa Especial Tayrona ordenó el decomiso de las redes a los pescadores de la Bahía de Gairaca, lo cual generó el inconformismo de los miembros de la Cooperativa de Pescadores de Barlovento, quienes a través del pescador Jonatán Pacheco, interpusieron una tutela invocando la protección de los derechos fundamentales al trabajo, mínimo vital y dignidad humana. La corte constitucional, mediante Sentencia T-606/15,  resuelve en primera medida “tutelar los derechos fundamentales al mínimo vital y móvil, la vida, a la seguridad alimentaria, a la participación, al trabajo y a la dignidad humana del señor Jonatán Pacheco Yánez, los miembros de la Cooperativa de pescadores de Barlovento y demás pescadores artesanales del Parque Nacional Natural Tayrona”. Esto sentó un precedente en el reconocimiento de los pescadores artesanales como parte del territorio que comprende al Parque Tayrona.

Foto: Danny Martínez
Por su lado, los pescadores artesanales de Taganga siempre han manifestado su inconformismo con la creación del Parque Tayrona, ya que esta unidad administrativa desconoce la autonomía y la ancestralidad de las poblaciones que allí habitan. Ariel Daniels, pescador de Taganga, dice que: “El desplazamiento que la resolución 191 comenzó a hacernos desde 1964 al  sacarnos de nuestros propios territorios, como el de San Antonio de Bonito Gordo y de nuestros ejidos de Arrecifes y Cañaveral, además de toda la legislación que sobre el parque se ha venido generando, siempre apunta directamente a que nos vayan reduciendo”.  Esto, entendiendo que los lugares aquí mencionados hacen parte del territorio ancestral de los Tagangueros, pero a la vez hacen parte del Parque Nacional Natural Tayrona, y por lo tanto cualquier legislación sobre este afecta directamente la autonomía de sus pobladores.

La pesca artesanal en el Caribe colombiano constituye una de las actividades económicas que más contribuye a la canasta familiar de los hogares. Sin embargo, esto no se ve reflejado en las condiciones en que las poblaciones que se dedican a esta actividad realizan su arte. El despojo de sus sitios de pesca, las precarias condiciones de sus embarcaciones, la disecación de ciénagas, la contaminación por monocultivos, la entrada de embarcaciones de pesca industrial y otras, son las problemáticas con las que los pescadores artesanales del caribe tienen que enfrentarse día a día para permanecer en su territorio y desempeñarse dignamente como pescadores artesanales. Como diría don Ariel, “esta lucha no acaba, mientras exista un pescador de pie”.


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