Artículo publicado en la Edición impresa 115 (Marzo - Abril 2016) de Periferia Prensa Alternativa
Por: Maria Isabel Giraldo Velásquez
Pocos saben por
qué el mundo conmemora el 8 de marzo el Día internacional de la mujer. Es una cadena
sangrienta de hechos trágicos, que comenzó en 1857 cuando decenas de obreras
textileras del Bajo Manhatan en EEUU, se lanzaron a las calles y declararon la
huelga por las miserables condiciones laborales que padecían. El abuso, la
explotación y la impunidad continuaron por varias décadas, y en 1908 en la fábrica Cotton Textile
Factory de Nueva York, ante la protesta por mejoras laborales, los dueños de la fábrica
cerraron los accesos para evitar robos y desórdenes, provocando además un
incendio que causó la muerte de 129 mujeres trabajadoras, algunas quemadas y
otras arrojadas al vacío ante el temor de las llamas; otras 71 resultaron
heridas. La mayoría eran inmigrantes italianas y judías de entre 14 y 23 años.
Foto: Lideresa de la ACIN - Cauca |
Arrancando hojas
rápidamente de un calendario llega la fecha que conmemora a estas
revolucionarias pioneras, indignadas, las sublevadas, las emigrantes y las que
pedían mayor equidad en la vida conyugal y laboral en Copenhague en 1910.
Hoy, muchas mujeres y niñas siguen
padeciendo violencia, privaciones, abusos y discriminación. Sin embargo, siguen
actuando con coraje y fortaleza. Mientras honramos a las mujeres del
Holocausto, hagamos el compromiso de crear un mundo donde todas las mujeres de
todas las edades puedan vivir en paz, libres del miedo y con todas las
oportunidades y libertades que corresponden a los derechos inalienables y
fundamentales.
La Juntancia
en Círculos...
“Con
frecuencia se utiliza una metáfora, para hablar de las relaciones que
establecen los seres humanos, y se dice que conforman la tela de la
sociedad. En virtud del papel que ha desempeñado la mujer, podríamos
decir que es la urdimbre o recto del hilo; el conjunto de
hilos paralelos que se colocan en el telar para empezar la tela. Es el
primer proceso, sin el que no podrían darse los demás. Por otra
parte la dirección del tejido que posee mayor resistencia...El hombre al entrar
en relaciones específicas con la mujer, conforma la trama. La tela
entonces es una función de enlace correcto de urdimbre y trama, estructura que
es producto de la inserción de una dirección con la otra..."
Los círculos entre mujeres eran
para soñar y tejer juntas, desde tiempos ancestrales se trababan conversaciones
sobre sueños de vida y experiencias personales. La Juntancia es tiempo del
compartir, del dar, de entregar lo más preciado, los tesoros que salen del corazón.
Como hermanas aprendemos de las otras mujeres, que instruyen entregando su
regazo, revelando historias y testimonios de vida, iguales a todas las historias
de la humanidad. Tienen vida propia, porque ahondan conscientemente sus luchas,
violenta y tierna a la vez, porque sana y evoluciona. Cada palabra, una
enseñanza; cada día, una promesa y un milagro. Ellas interpretan la falsa
ilusión de la escasez, haciendo gala de la abundancia de espíritu en sus
faenas diarias; por eso estas conmemoraciones nos suelen poner
a cavilar y tejer lo entretejido. Tomo ese hilo y empiezo a hilvanar con ellas
sobre lo que saben y como se sienten.
Laura Vuelvas Martínez,
madre de una niña de cuatro años, como muchas mujeres, piensa que no es un día
para regalar rosas. Rafaella, de 27
años, es comunicadora audiovisual y considera que el día de las mujeres es una
conmemoración, es para recordar a
quienes lo han dado todo “para que muchas podamos disfrutar de salud,
vivienda, recreación trabajo, derechos sexuales y reproductivos; las pioneras nos
consiguieron el derecho al voto femenino y una serie de posibilidades que nos
ayudan a ser reconocidas”. Ellas mantienen interrogantes sobre la desigualdad
que persiste entre hombres y mujeres, y la discriminación en el empleo que hace
que a las mujeres nos paguen menos.
Hortensia
Díaz, una mujer muy pilosa y guerrera, trabaja con víctimas y con un grupo de venteras
y venteros ambulantes, en la zona centro de
Medellín. Conversando me dice: “Un día como hoy es para resaltar la
lucha de las mujeres a nivel interno y personal, porque cada mujer conoce su
liderazgo, en su familia, en la comunidad, por eso es una grandeza reconocer a
las mujeres luchadoras, “reinas” de los procesos, dispuestas a dar hasta la
vida. No debe ser un día de fiesta, sino de conmemoración. Un homenaje a esas
grandes mujeres que entregaron su vida, para que seamos visibilizadas en
nuestros Territorios. Las venteras ambulantes son mujeres que luchan por su subsistencia y la de su
núcleo familiar -pienso que ponen en escena la economía del cuidado en esencia-,
y las mujeres víctimas son heroínas capaces de dar su vida, buscando la verdad
y la reparación, para que haya Justicia”.
Foto: Mujeres en Gualanday - Cauca |
Carolina Morales Orrego, Carito,
abogada de familia y defensora yo diría de todas las causas, conversa conmigo sobre
las luchas cotidianas. Las reivindicaciones
de las mujeres, dice Caro, no se ven reflejadas
en políticas públicas, por eso insiste en el reclamo permanente: “¿Dónde están
todos los programas, proyectos, leyes, acuerdos para las adultas mayores?, para
nosotras no hay casi nada, es casi lo mismo, gimnasia, recreación, no se han
tenido en cuenta los diálogos intergeneracionales, los saberes y las experiencias recogidas por ellas, ni la
transversalización de las necesidades, ¿qué hacer entonces?”
No hay propuestas que disminuyan
estas necesidades y no hay apoyo a programas de salud mental especializados; vemos
un panorama mas bien incierto y mas aún para mujeres negras, campesinas,
informales, desplazadas, penadas, y víctimas de las diferentes violencias, las mujeres
con movilidad reducida, y/o problemas auditivos, sensoriales, emocionales,
entre otros; las de talla pequeña, las LGTBI, entre otras; como las insertadas
en la guerra, las mujeres policías, militares, mujeres reinsertadas, mujeres al
fin y al cabo con problemáticas especiales y diferentes, poco recordadas por la
mirada sesgada del estado y las instituciones.
Le pregunto a Sandra Liliana López
Olarte, artista plástica de 45 años, y se queda mirándome, me comenta que para
ella es muy importante conmemorar este día, ya que desde adolescente comprendió
que podía decidir sobre su cuerpo, y nunca pensó en ser madre, pues se dio
cuenta que esa misión la había cumplido en otras vidas… fue madre de muchas
generaciones y legiones; hace años, celebra los círculos de SiHembra, un ritual
de mujeres para reivindicar la vida, el amor, la tierra, la paz y el arte. Dice
que las mujeres nos hemos reunido por miles de años, simplemente a conversar,
compartir y apoyarnos, alejadas de los ruidos de la vida diaria, la competencia
y las prácticas vacías, para reconocernos, acompañarnos y nutrir nuestra
femineidad.
Luz Imelda Ochoa Bohórquez trabaja
en la Secretaría de la Mujer de la Gobernación de Antioquia. Expresiva,
espontánea, con buen humor, con risa maliciosa, a sus 52 años puede asegurar
que en su vida la marcaron dos cosas, la academia de su padre un físico-matemático,
y el tradicionalismo de su madre una mujer religiosa, son personalidades que no
casaban, pero que influyeron en su vida, porque tuvo que estudiar en un colegio
elitista confesional, Jesús María, y allí sintió la discriminación y el control
moral; “fui madre soltera a los 17 años, tuve una hija muy bella que me
acompaña siempre, las monjas me colaboraron después del parto y me ayudaron para terminar el grado 11,
estudie Medicina en la UPB
luego hice Pediatría, esta me encanta
porque me da todo lo que soy ahora….adoro el libre albedrío, no cargar nada…por
eso estudie Genética, programación Neuro-lingüística, Neurobiología, Física
quántica, Epigenetica, en fin todo lo
relacionado con el cerebro y como opera en la mente y en el cuerpo humano, lo
que somos y lo que queremos ser…”
Después de los derechos de las
Mujeres, es la lucha por llegar a la Igualdad, dice Luz Imelda, somos diferentes, pero
somos iguales hay una unicidad como especie humana, si nos sentimos iguales,
luchamos por acciones afirmativas que nos benefician a ambos mujeres y hombres, las nuevas
masculinidades hay que construirlas con los nuevos feminismos, aunque yo no soy
feminista, creo en la evolución y desde
ahí propongo luchar por los derechos para hombres y mujeres, desde donde
creo se encuentra la ruta de los derechos, por eso soy pacifista.
Y nos seguimos nutriendo de voces, celebrando
ese manifiesto: Para la Guerra
nada…Polifonías de Mujeres por el fin de
la Guerra…! Mujeres Antimilitaristas!
La voz de mi madre una Elena de Troya, hoy, ahora de 94 años, la escucho
suave, casi en silencio, ella resolvió
el cambio y el devenir de nosotras y nosotros,
dedicando sus ratos de ocio, a enseñarnos a leer y escribir, ella pintaba
acuarela, cocinaba manjares, dedicando su resto de vida como Penélope a guardar
en secreto el recuerdo del amor de mi padre, sigue tejiendo sueños y promesas
que la hacen pervivir en esta tierra amada.
Caigo
en cuenta con los testimonios que con la
A, se escribe Amor, Alimento, Agua, Albergue, Ancestral; que
las mujeres nos jugamos el desafío de sanar y trasformar nuestro entorno,
madurando y construyendo mundos alternativos, sobre todo encontrándonos con
nosotras mismas. Este día de las mujeres es para reflexionar, para recordar que
somos el 54% de la población en Colombia, que contra nosotras pesa el
patriarcado, el capitalismo y la violencia de toda índole, los asesinatos y los
feminicidios. También pesa la responsabilidad de transformar el mundo y acabar
con las opresiones de toda clase.
Buenos días...releyendo el Periódico y revisando textos, y documentos veo que tienen los autores de los mismos.
ResponderEliminarPor qué en este no está mi nombre como autora del mismo?
muchas gracias.
María Isabel Giraldo Velásquez.