Artículo publicado en la Edición impresa 116 (Abril - Mayo 2016) de Periferia Prensa Alternativa
Por Equipo Periferia
En el departamento
del Cauca, como en todo el país, el sistema de salud hace estragos, y la
situación para los maestros y maestras de este departamento no es diferente.
Ellos padecen la descomposición de la prestación de este servicio desde que en
Colombia se aplicó el modelo económico neoliberal que lo privatizó todo, y que
le entregó la salud de los colombianos al sistema financiero.
La promulgación de
la ley 91 de diciembre de 1989, en concordancia con las políticas neoliberales
de la época, creó un nuevo régimen prestacional para los docentes y le dio duros
golpes al magisterio colombiano, como la pérdida de la pensión gracia y de la
retroactividad de las cesantías, y abrió campo al proceso de privatización de
la salud de los maestros. Una vez se aprobó la ley 100 de 1993, que le entregó
la seguridad social de los colombianos – la salud y las pensiones- al sistema
financiero, sus normas privatizadoras se extendieron a todos los regímenes
extralegales que existían en el país. Aunque el régimen de salud del magisterio
mantuvo una leve diferencia, – en
el papel mejor que la del resto de colombianos, o sea un régimen exceptuado, que los exime de los copagos y las
preexistencias –, los fines comerciales y de negocio también penetraron
ese régimen, dicen los directivos del
magisterio del Cauca.
La salud de los maestros la administra una empresa privada u operador
designada por licitación, a partir de pliegos que se le presentan a la
Fiduprevisora y al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio;
actualmente este operador se llama Corporación de Servicios Médicos
Internacionales Them y Cia Ltda - Cosmitet. Esta empresa recibe de los maestros
más de dos mil millones de pesos mensuales para administrarlos y por esta tarea
se queda con el 15%. Esto es a lo que se le llama intermediación y es una de
las críticas al régimen de salud, porque según Miguel Burbano, líder de la
junta directiva de la Asociación de Institutores y Trabajadores de la Educación
del Cauca –Asoinca–, es un dinero que se va en burocracia, inversiones y toda
clase de negocios que las normas del sistema de salud nacional le permite a
estas empresas, y deja de invertirse en la prestación del servicio, para
mejorar su calidad y eficiencia a más de 12 mil maestros y sus familias.
Un sistema de
muerte
“Todos los años mueren maestros y maestras o miembros de sus familias por
negligencias atribuibles al personal y la administración del operador. Por
ejemplo el año pasado, en 2015, falleció la hija de nuestro compañero Aureliano
Guzmán, una niña de tan solo 4 años de edad que fue regularmente atendida en
centros de salud de Popayán, Cali y finalmente falleció en su propia casa como
consecuencia de una terrible atención. En 2015 fallecieron nueve afiliados por
las mismas razones; ya son 25 años enterrando a nuestras familias para engordar
negocios particulares, esta es la historia de un modelo criminal de salud que
nos impusieron”, explica Miguel.
“Esta triste
realidad requiere de un movimiento nacional capaz de transformar este modelo y recuperar la verdadera razón de la
salud y de la vida, en el caso de los educadores esta responsabilidad es de
FECODE en cabeza de sus dirigentes, pero para desgracia de todos, ninguno de
los escenarios cuenta con la fuerza y menos con los dirigentes capaces de
orientar la lucha para su transformación. Por eso ante la desgracia del sistema
de salud, Asoinca elaboró una
propuesta que busca dirigir los recursos que los maestros y maestras pagamos al
sistema, hacia una Unión Temporal conducida por los mismos maestros y así
garantizar que los recursos cumplan su papel de atender exclusivamente la salud
de los docentes”, complementa Burbano.
El debate, la propuesta y la Huelga
Desde el mes de
enero de 2016, los maestros afiliados a Asoinca
facultaron a su junta directiva para que presentara esa propuesta al gobierno
en cabeza del Ministerio de Educación. En las cuatro primeras reuniones
sostenidas con asesores del Viceministerio de Educación y con la
vicepresidencia del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, no
pudieron llegar a un acuerdo, porque según el sindicato, el gobierno y el fondo
alegaban la ausencia de normas legales que permitieran aplicar las condiciones
que exigen los docentes caucanos.
En este sentido el abogado Harold Mosquera, quien asesora a Asoinca en este proceso, explicó los elementos centrales de la propuesta y los obstáculos: “La propuesta parte de la necesidad de mejorar la prestación del servicio de salud que es pésimo; el gobierno y el Fondo de Prestaciones del Magisterio han descalificado a Asoinca porque según ellos quieren manejar a dedo 150 mil millones de pesos de la salud, pero eso es mentira; esa suma corresponde a lo recaudado en tres departamentos como son Nariño, Valle y Cauca, porque en el sistema el país está regionalizado. Justamente la propuesta es separar al departamento del Cauca de la región suroccidental en materia del régimen de salud y que en vista del mal manejo del servicio, esa plata que solo suma un poco más de 20 mil millones de pesos, la maneje una Unión Temporal conformada por Asoinca, el Fondo de vivienda de los maestros Provitec y la Universidad del Cauca, que tiene la mejor experiencia en administración de salud”.
Comenta el abogado
que la propuesta sí es viable; por ejemplo, ya los indígenas manejan su propio
régimen de salud y el magisterio de los departamentos de Caquetá y Putumayo
también. Esto es lo que no aceptaba el gobierno y el Fondo de prestaciones, quienes
además consideraban que los maestros no tienen la experiencia ni son capaces de
administrar el régimen de salud y los recursos, pero, dice el abogado Mosquera que
Asoinca y Provitec tienen años de experiencia exitosa en manejo de un
patrimonio de más de 50 mil millones de pesos, derivados de proyectos sociales
y económicos del gremio, y que la Universidad del Cauca es experta en
administración de salud, o sea que cumple con los requisitos para contratar, lo
que tumba los argumentos del gobierno. Por otro lado, algunos
sectores dicen que las enfermedades de alto costo no las podría atender esta
nueva propuesta, pero frente a ello el abogado aclara que la ley tiene
establecido para esos casos un fondo especial que se debe aplicar sea cual
fuere el operador.
Como inicialmente
la negativa a la propuesta se mantuvo, los maestros de Asoinca no tuvieron otra
opción que la Huelga. Más de 6mil docentes del Cauca llegaron a la ciudad de
Popayán el pasado 11 de abril de 2016 para dar inicio a una Huelga General
Indefinida “por la salud y la vida”.
Esta Huelga fue votada favorablemente por más de 10mil maestros y maestras en
todo el departamento del Cauca, y Fernando Vargas Navia, presidente de Asoinca,
manifestó que gracias a su alto nivel organizativo y económico resultante de
los aportes del 0.3% de los sueldos de los maestros y maestras al fondo pro-huelga,
podrían dar una confrontación de largo aliento. Sin embargo, el pasado 15 de
abril Asoinca y el Ministerio de Educación, con el acompañamiento de la Gobernación del Cauca y la Alcaldía de
Popayán, llegaron a un acuerdo, en el que se acoge la propuesta de Asoinca, y
en el que el Ministerio de Educación se compromete a justificar jurídicamente
su viabilidad legal. Acuerdan además adelantar, desde el 26 de abril hasta el
26 de mayo, unas sesiones de trabajo entre los delegados de ambas partes y
expertos para analizar el esquema de salud del magisterio. Finalmente, la
Gobernación del Cauca y la Alcaldía de Popayán se comprometen a no ejercer
ninguna represalia para los educadores de Asoinca que participaron en la
Huelga.
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