Artículo publicado en la Edición impresa 113 (enero - febrero 2016) de Periferia Prensa Alternativa
Por Equipo Periferia Tolima
Se llama río Recio. El nombre
indica mucho de su pasión, de su fuerza, de sus imponentes rápidos que bajan
buscando tranquilidad. En la parte alta
se mezcla con el río la Yuca que abastece de agua al municipio de Santa Isabel y en la parte baja da sustento a las familias
del plan del Tolima. Su caudal se usa en gran proporción –en la parte baja- para
el riego de cultivos de arroz y sorgo en municipios como Lérida y Venadillo.
Las extensiones de los cultivos de arroz son de aproximadamente 14 mil
hectáreas de arroz de las cuales en la actualidad solo están produciendo 2 mil
quinientas, la causa principal es que no
hay agua; así lo manifestaron los
usuarios y socios de Asorrecio.
Sin embargo, este patrimonio
natural de los tolimenses y los colombianos es amenazado por proyectos que
pretenden despojarlo de sus entrañas y convertirlo en máquinas para la
producción privada de energía. Sobre su cuenca, que no sobrepasa los 109 km desde la parte alta hasta la parte baja (o
plan del norte del Tolima), se pretende construir siete “pequeñas” centrales eléctricas.
Uno de los responsables de este proyecto
es el señor Hernan Pulido Arroyave, director de la empresa Desarrollo y Fomento Hidroeléctrico
DFH S.A.S, empresa ejecutora de las
primeras fases del proyecto “Aprovechamiento Hidroeléctrico del Rio Recio Los
Panches”.
Cada “pequeña” central, pretende
generar entre 12 y 19 MW de potencia
eléctrica, esto significa que requiere cerca de 6 km para su construcción, en
total más de 42 km. Si calculamos el área del cauce del río, frente al número
de proyectos (7), prácticamente se estaría concesionando la mitad de la cuenca
para el montaje de este tipo de emprendimientos energéticos.
Frente a esto la comunidad del
Norte del Tolima, en municipios como Lérida, Venadillo, Líbano, Murillo y Santa
Isabel, en donde también se impulsan proyectos mineros, ha mostrado su
preocupación por la intención de desarrollar este tipo de iniciativas. En
diversos escenarios, algunos convocados por la empresa que dice abanderar estos
proyectos, la comunidad ha manifestado su descontento y preocupación. Por eso
se han llevado a cabo varios foros, como el de Convenio, un corregimiento del
municipio del Líbano, en donde la Asamblea Popular de la comunidad rechazó la
amenaza extractivista, proponiendo la creación de comités veredales para la
defensa del territorio y veedurías ante el funcionamiento de este tipo de
empresas, así como la iniciativa de una posible consulta popular que logre
sacar del municipio proyectos como la mina Gran Porvenir.
En el mes de noviembre del año
2015 en la vereda La Aurora del municipio del Líbano, se reunieron alrededor de
100 delegados y habitantes cercanos, entre los que se encontraban presidentes
de Juntas de Acción Comunal, líderes de reservas ambientales, la Asociación
Agroambiental Camilo Rodríguez (ASACOL), el Comité Ambiental del Líbano, el
Congreso de los Pueblos, el Movimiento Ríos Vivos, expresiones artísticas de la
Universidad del Tolima, entre otras, para conocer los impactos reales y
experiencias como la vivida por las
comunidades afectadas en Hidroituango - Antioquia. Estas motivaron la organización de un plan de
confrontación a las empresas que pretenden desarrollar estos proyectos en el
norte del Tolima. El diseño ha estado guiado por tres ejes que marcaron el
desarrollo del Foro, propuestos por Ríos Vivos: Organización, formación y
acción para la defensa de nuestros ríos.
En la actualidad las comunidades
vienen articulando su trabajo con este importante tema de resistencia y han
sumado más iniciativas. Es el caso de Asorrecio, que compró en el cañón del río
Recio algunas fincas para conservación del cauce; aun así, en uno de estos
terrenos ya se encuentra ubicado el proyecto PCH7 parte baja. Asorrecio está
dispuesta a solicitar la franja del río en reserva para evitar la construcción
de la “pequeña” central, también a juntarse con las administraciones locales y
habitantes del plan de Tolima para participar de los foros y espacios de
formación y generar acciones que impidan la construcción de estos proyectos que
atentan contra la vida, la permanencia, la cultura y las actividades económicas
propias de esta región del Tolima.
En el desarrollo de la dinámica se
tiene previsto un Segundo Foro Por La Defensa del río Recio en el mes de
febrero en la vereda la Trina Municipio del Líbano, la temática estará centrada
en continuar conociendo experiencias de resistencia por la defensa de los ríos,
afectaciones de la construcción de hidroeléctricas, figuras de zonas de reserva
de sociedad civil, entre otros que
permitirán formar a los campesinos para que estas empresas y multinacionales no
los sigan engañando y despojando de su territorio. Los proyectos hidroeléctricos, no están
orientados a brindar electricidad a las comunidades aledañas, en cambio están
planificados dentro del modelo extractivista que se plantea desde el gobierno
nacional para proveer energía a las empresas constructoras y a las mineras. Las
organizaciones sociales consideran que permitir estos proyectos es estar a
favor de la minería y contradecir la vocación agrícola que caracteriza esta
rica zona del norte del Tolima.
Bajo estas consideraciones es que
se alerta sobre nuevos proyectos que pretenden poner en jaque el futuro del
pueblo Colombiano. Sin lugar a dudas el llamado es a la unidad, la movilización
y la organización para no permitir que este tipo de proyectos logren su
propósito de barbarie, contaminación y despojo.
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